Acerca de

«Necesitamos centros fraternales porque estos centros son focos de luz y la luz regocija y atrae a los habitantes de las regiones superiores. Por medio de nuestros cantos, nuestras meditaciones,  nuestras oraciones, enviamos rayos de luz a través del espacio que las entidades celestes perciben desde muy lejos. Cuando ellas descubren estos puntos luminosos a través de las tinieblas espirituales que rodean la tierra, se sienten atraídas por su claridad y vienen a contemplarlos derramando sus bendiciones sobre nosotros. De esta forma, poco a poco, nos van reconociendo y nos volvemos ciudadanos del mundo de arriba. Estos focos de luz son necesarios por todas partes en el mundo porque establecen el lazo entre el Cielo y la tierra. Son canales vivos por los cuales descienden las bendiciones divinas. Sin este lazo la tierra sería presa de fuerzas negras. Si realmente quieren ayudar a su familia, a su país, al mundo entero, deben hacer todo por crear estos centros de luz mediante los cuales la tierra entera entra en contacto con el Cielo. Formar estos centros es la tarea más gloriosa que puedan emprender: lograr que todas las almas humanas aprovechen sus esfuerzos, que gracias a su trabajo reciban el alimento espiritual y la alegría. No hay nada más grandioso, jamás olviden esto».

Omraam Mikhaël Aïvanhov

La Fraternidad Blanca Universal, es una agrupación orientada a la elevación espiritual y a la cooperación con la humanidad, donde el color blanco se refiere a la suma de todos los colores. Fue fundada por el Maestro Peter Deunov, a comienzos del siglo XX, y sus creencias se basan en la simbología cristiana y la tradición Iniciática.

El Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-1986), inicialmente un discípulo del Maestro Peter Deunov, recibió en 1937 la misión de difundir la Enseñanza de la Fraternidad Blanca Universal en Occidente, teniendo tal éxito, que tras establecerse ese mismo año en Francia, inspiró la creación de numerosos grupos y centros fraternales en Europa, África, Asia y América.

Esta Enseñanza fue transmitida por el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov, a través de más de 4 mil conferencias, las que fueron transcritas y progresivamente grabadas en audio y luego video, y editadas y distribuidas alrededor del mundo por la Editorial Prosveta.

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